El avance de la tecnología permite a la humanidad empezar a soñar con la posibilidad de explorar nuevos espacios en el universo y a pesar de algunas dudas persistentes, sobre sí el hombre realmente ha podido salir de la estratosfera, ha arrancado la Misión Kepler, que pretende buscar planetas similares a la tierra.
La idea es tratar de determinar si existen condiciones, en algunos de ellos, para que la vida pueda ser posible. Para esto se tendrán que estudiar varios factores, como: la existencia de algunos minerales, la densidad parecida a la de la tierra, que tenga una fuente de luz y calor como el sol, que posea agua líquida y sustancias químicas determinadas.
Sin embargo, la condición más importante es la ubicación del planeta respecto de su fuente de poder, que no debe ser muy cercana ni muy distante.
Pero más allá de si se obtienen o no resultados, lo cierto es que cada vez se emplean más y mejores recursos científicos, para la exploración espacial, que sin lugar a dudas también hacen avanzar el mundo de las comunicaciones.
Telescopios cada vez más potentes, simuladores, equipos de rastreo y comunicación de mayor alcance, son solo algunas de las cosas que ésta misión emplea para su propósito y que en no poco podrían también ser empleadas como tecnologías para el uso en internet y telefonía móvil.
No en vano muchas de ellas, empleadas en las misiones espaciales anteriores, sirvieron para implementar algunas de las herramientas que hoy se utilizan en la red y el mejoramiento de la tecnología celular.
La tecnología espacial ha tenido múltiples usos: desde los muy específicos y relacionados con campos de investigación especializada, hasta aquellos que se perciben en la vida cotidiana, como revisar el pronóstico meteorológico, ver televisión por la antena parabólica o utilizar un dispositivo GPS.
Variedad de aplicaciones de uso diario, han sido el resultado de tecnologías desarrolladas para el espacio exterior: Satélites de telecomunicaciones, satélites de telemetría, etc. Inicialmente estas tecnologías fueron creadas como tecnología espacial, especialmente durante la guerra fría y la carrera espacial, pero se les ha dado una amplia utilización actual, no militar y sí una gran cantidad de aplicaciones creadas y desarrolladas para los ordenadores.
Lo cierto es que el afán de encontrar vida extraterrestre, está empujando al mundo a las nuevas fronteras del universo y al uso de cada vez más modernas tecnologías, con el único fin de encontrar una respuesta en el espacio.
Esas tecnologías sin embargo siempre serán de utilidad, si no en el espacio exterior, por lo menos sí en el espacio humano cotidiano.
¿Tránsitos planetarios?
Aún no se conoce mucho sobre que otros recursos tiene la Misión Kepler, se sabe que es un satélite, con una capacidad de búsqueda impresionante. Generalmente los detalles se tienen luego de que ha pasado algún tiempo
Lo único que se sabe de esta misión de la Nasa, que durará 4 años, es que tendrá que observar alrededor de 100.000 estrellas y además estudiará los llamados tránsitos planetarios.
Estos consisten en que cuando un planeta pasa por delante del Sol, desde el punto de vista de la Tierra, tiene ciertas características de brillo que son diferentes de acuerdo a la posición y a la distancia.
Una de las dudas es si los tránsitos planetarios son comunes a todos los sistemas, pero precisamente eso es lo que los astrónomos van a aprender en los próximos cuatro años. Eso sí, los científicos tendrán que estar muy atentos pues se trata de cambios de brillo en realidad muy pequeños.
La Tierra también es un buen ejemplo de ello, cuando pasa por delante del Sol, desde el punto de vista de otro planeta, se producen estos brillos. Este tipo de brillo, en especial, está presente en uno por cada mil, entonces lo que los expertos de la NASA van a investigar es un pequeño cambio que tan sólo se produce en una parte por cada cien mil.
Esta tarea no es nada fácil, teniendo en cuenta que se puede presentar una variación natural del brillo, que no tiene que ver con el tránsito planetario y además dicha situación, como bien puede suceder periódicamente, también se puede tardar años en que ocurra.
Los primeros indicios aún no se dan y por eso esta misión mantiene al mundo científico en vilo. Los resultados podrían llegar rápidamente, o demorarse hasta décadas, en esto también juega un poco la suerte.
Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net