La legislación propuesta se dirige al atacar el geobloqueo y otros inhibidores, que limitan el comercio electrónico en la Unión Europea.
Reconociendo que el comercio electrónico en la Unión Europea «no está funcionando tan bien como podría», la Comisión Europea ha propuesto una legislación para eliminar algunos de los puntos inhibidores, que se cree limitan el comercio electrónico transfronterizo entre los países miembros de la UE.
El plan de tres puntos, abordará el «geoblocking» injustificado de compradores de comercio electrónico de países de la UE fuera del propio vendedor. La idea es mejorar la supervisión de los servicios transfronterizos de prestación de servicios, al tiempo que los obliga a ser más transparentes con respecto a los precios y reforzar la observancia de los derechos de los consumidores.
«Muy a menudo la gente está bloqueada de acceder a las mejores ofertas al comprar en línea o decidir no comprar a través de la frontera, porque los precios de entrega son demasiado altos o están preocupados por cómo reclamar sus derechos si algo va mal», dijo Andrus Ansip, Vicepresidente de la iniciativa de la Comisión Europea sobre el mercado único digital.
«Queremos resolver los problemas que impiden a los consumidores y las empresas aprovechar plenamente las oportunidades de compra y venta de productos y servicios en línea».
Compradores digitales en países selectos de Europa que hacen compras domésticas frente a compras digitales transfronterizas, (% de encuestados).
La legislación garantizaría que tanto los consumidores en línea como fuera de línea, que deseen comprar productos y servicios en otro país de la UE, no se enfrenten a precios discriminatorios, ventas o condiciones de pago, a menos que estén justificados por requisitos legales.
En virtud de la ley propuesta, el reenvío de los consumidores de otros países de la UE a un sitio web específico de un país, o pedirles que paguen con una tarjeta de débito o de crédito de un país determinado, se consideraría discriminación. Sin embargo, el reglamento no obligaría a los sitios de comercio electrónico a ofrecer servicios de entrega a escala de la UE.
Los reglamentos de entrega, tratan de abordar las quejas de que los elevados gastos de envío, para el transporte marítimo transfronterizo, impiden que se produzca más comercio electrónico en toda la UE.
La Comisión Europea observó, que los precios cobrados por los operadores postales para entregar una pequeña parcela a otro país de la UE, son a menudo cinco veces más altos que los precios internos, sin una explicación clara de por qué. Se espera que el reglamento de entrega fomente la competencia introduciendo una mayor transparencia de precios.
Con el fin de aumentar la confianza de los consumidores en el comercio transfronterizo, se otorgarán más poderes a las autoridades nacionales para reforzar los derechos de los consumidores. Tales autoridades, por ejemplo, podrán comprobar los sitios web geoblock compradores digitales; Ordenar la retirada inmediata de los sitios web que albergan estafas y solicitar información a los registradores de dominios y bancos para detectar la identidad de los comerciantes.
El comercio electrónico transfronterizo ya es una práctica común en muchos países de la región, aunque sólo una minoría de compradores se involucran en ella. En una encuesta realizada en octubre de 2016 por PayPal e Ipsos, entre un cuarto y un tercio de los compradores digitales de las tres mayores economías europeas Reino Unido, Alemania y Francia, habían realizado una compra digital transfronteriza el año anterior. Las tasas de compra transfronteriza fueron más elevadas en Irlanda y Portugal.
Si son efectivas, estas cifras podrían ser notablemente mayores cuando la Comisión Europea revise la efectividad de los reglamentos en el 2019.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net
