Por Sergio Quijano Llano.
A finales de los 90 y principios de 2000 Internet vivía un auténtico boom. La fiebre por el mundo virtual fue incontrolable. Miles de jóvenes, con ambiciosos planes de negocios, lograron conseguir millones de dólares de inversionistas que no entendían bien el asunto, pero que le apostaron, a pesar de su desconocimiento, para no quedarse por fuera de lo que pintaba ser la mejor inversión de sus vidas.
Pero tras el boom, vino la crisis y la burbuja estalló porque en la mayoría de los casos el modelo no funcionó. El negocio de Internet generó desencanto entre muchos inversionistas y miles de empresas quebraron, pero quedaron en pie otras que realmente ofrecían productos diferenciados, útiles y que ya empezaban a tener ingresos.
La crisis de Internet dio las primeras lecciones al mercado. La primera señaló que el gran tráfico no garantiza necesariamente los ingresos esperados y la segunda que todo producto tiene que mostrar un beneficio al consumidor final y una diferenciación en el mercado, para que los usuarios virtuales se interesen en él, es decir, el mercado virtual y el real en ese sentido tienen las mismas reglas del juego.
El primer decenio de este siglo está marcado por hitos que transformaron el mundo web. Los motores de búsqueda, la movilidad en la comunicación, Internet 2.0 y el comercio electrónico, entre muchos otros.
Los motores de búsqueda e Internet 2.0 son dos ejemplos representativos de las muchas categorías exitosas que han marcado la diferencia en la web. Google fue una auténtica revolución ya que cualquier persona conectada a Internet puede tener la información que quiera al instante, relevante, de forma organizada y fácil de acceder. Por otro lado, Internet 2.0 permitió conversaciones de doble vía, de manera sencilla, lo que ayudó a sus usuarios a expresar ideas y decir lo que quisieran sobre cualquier tema. Anteriormente la comunicación era unidireccional, sin permitir la interacción entre los usuarios, es decir, Internet 2.0 abolió la unidireccionalidad de la comunicación y la volvió pluridireccional, dándole voz al usuario.
Los tablets, y en especial el Ipad como pionero, sin duda alguna, serán uno de los productos electrónicos más revolucionarios del mundo en Internet, dada su portabilidad y convergencia de diferentes tareas.
Uno de los hitos que transformó la web es el comercio electrónico que ha tomado una fuerza comercial indiscutible. Debe resaltarse que Amazon es una de las primeras compañías y más grandes en su ramo, en vender bienes por medio de la Internet, sus costos de inventario son mínimos ya que ellos son comercializadores de estos productos y los mismos en su gran mayoría son distribuidos directamente por sus proveedores.
El mundo actual exige a las compañías modernas utilizar Internet como una herramienta de mercado y ventas de sus productos y servicios. Para tener presencia efectiva en la web no hay que hacer necesariamente grandes inversiones de capital: la creatividad, el entendimiento y el compromiso con el medio desempeñan un papel definitivo. Varias empresas en Colombia ya entendieron este factor, y ya conocen los beneficios comerciales de estar allí. El emprendimiento, por su parte, también es bien recibido en el mundo en línea. Desde allí los negocios originales pueden florecer, muy seguramente, las empresas líderes en los próximos 10 años, los Twitter, Facebook, etcétera, aún están por nacer. La web permite entonces que las empresas y los empresarios realicen nuevas estrategias en diferentes áreas como investigación y desarrollo,
Benchmarking, mejores prácticas, colaboración, búsqueda de proveedores y aliados, entre cientos de cosas complementarias a las que ya se hacen hoy en el mundo real.
Además, las relaciones con sus clientes, sus quejas y reclamos, pueden mejorarse y ser más cercanas y eficientemente atendidas por estos en Internet; sin olvidar que en diferentes medios web y redes sociales permiten a los empresarios realizar y completar campañas comerciales y de mercadeo con sus clientes, escuchar de primera mano las reacciones de los consumidores sobre sus productos, monitorear sus gustos y reacciones acerca de sus productos y tomar acciones al respecto.
Internet ha cambiado el comportamiento y las costumbres de consumo de las personas. Además, es un complemento a las actividades normales y offline de la gente, y en la medida en que la penetración siga creciendo, la navegación sea más amigable y los dispositivos para conectarnos sean cada vez más portátiles, el comportamiento y el consumo de las personas serán más dependientes de Internet y la ruptura con el mundo no digitalizado será mayor. De hecho, basta observar cómo el uso de Internet en Colombia contaba en 2000 con una penetración del 2,1 por ciento, es decir, 878.000 usuarios, y para el año 2009 tenía una penetración del 46,2 por ciento, o sea, 20.788.818 internautas, esto es, un aumento de más del 2.200 por ciento en solo nueve años.
Adicionalmente, los estratos 5 y 6 en Colombia cuentan con penetraciones superiores al 70 por ciento, esto es, similar a las que se observan en países desarrollados, Estados Unidos, por ejemplo. No obstante lo anterior, en los estratos 2, 3 y 4 se encuentra la gran mayoría de los navegantes, concordante con la composición económica de nuestro país.
Todo esto para señalar que el mercado que comprende Internet en Colombia y obviamente en el mundo es bastante importante, lo que exige a todos los empresarios y compañías a diseñar e implementar sus estrategias en dicho medio virtual, en otras palabras, los años dorados de la web ya empiezan a ser una realidad.
Fuente: Revista Semana