Desde hace más de diez años se viene introduciendo en los nuevos conceptos económicos, el término de Economía Digital, una dinámica impulsada por la convergencia de la informática, las comunicaciones y las nuevas tecnologías, que está revolucionando la forma de gestionar y hacer negocios.
El comercio electrónico ha venido creciendo rápidamente, impulsado por nuevos clientes, nuevos valores en la forma de realizar los negocios, una infraestructura tecnológica en continua expansión y un marco legal razonable.
En tan sólo unos años Internet pasó de ser una red de tres millones de usuarios, la mayoría residente en Estados Unidos, a ser un medio de comercio masivo, con casi 200 millones de usuarios en todo el mundo. El tráfico en Internet se duplica cada 100 días. Todo apunta a que el comercio a través de Internet sobrepasará el 1.000.000 de millones de dólares en los próximos tres años.
Esto es más que comercio electrónico, es verdadera economía digital. Y para triunfar en ella las empresas deben aprender a sobrevivir en un mercado globalizado y con mucho interés en este nuevo modelo.
La convergencia tecnológica ha supuesto más de un cambio en la manera de gestionar los negocios, ha convertido en obsoletos los supuestos económicos fundamentales sobre los que se sustentaban la mayoría de empresas, y ha transformado la economía industrial en lo que hoy denominamos economía digital.
Cinco supuestos económicos fundamentales en los que se cimentaba el éxito de compañías líder en el mercado han sucumbido: los costes de interacción y transformación ya no son tan elevados, los activos físicos no desempeñan un papel tan fundamental en la generación de la oferta, el tamaño de la empresa no condiciona los beneficios, el acceso a la información ha dejado de ser caro y restringido, y ya no se necesitan varios años ni grandes capitales para establecer un negocio a escala mundial.
Estos cambios radicales en los supuestos económicos implican inmediatas y considerables amenazas para las empresas ya establecidas. Algunas de ellas comienzan a darse cuenta de que están luchando para ganar en un juego que ya no existe, y la mayoría continúa operando con estrategias y economías tradicionales, ajena a sus limitaciones y riesgos. Al mismo tiempo, muchas empresas nuevas -implantadas ya en la economía, están buscando la forma de mantener su éxito inicial sin seguir las viejas reglas.
Independientemente de que su empresa esté ya establecida o sea nueva, usted puede liderar la iniciativa en la emergente economía digital si comprende que las reglas, y el juego de los negocios, han cambiado radicalmente.
Fuente: Reproducción del manual «Construyendo el futuro – Las nuevas reglas para triunfar en la economía digital «, propiedad y cortesía de Accenture.