Por eso la importancia de las tácticas de humor para conseguir ese efecto y por ello es bueno contar con una agencia creativa, que pueda crear piezas únicas y sobre todo con chispa.
Muestra de ello es que cada vez aparecen más campañas basadas en este concepto.
Fomentar la risa y la alegría, es un excelente aliciente para cualquier consumidor, porque es un buen relajante e incluso está demostrado que ayuda a mejorar la salud, ya que es un remedio contra la depresión y la angustia, haciendo segregar más adrenalina y endorfinas, movilizar 400 músculos y estirando las cervicales y la columna.
La risa ayuda a estimular el bazo, el movimiento del diafragma, ayuda a hacer la digestión, se lubrican y limpian los ojos con las lágrimas y otros muchos beneficios al cuerpo y porque no decir, al alma.
¿Por qué no recurrir a la risa como herramienta para proyectar los valores de la marca y de los productos?
A pesar de todo lo anterior, muchas empresas consideran que no deben vincular sus productos, sus servicio o su marca, a mensajes banales que rompan con la seriedad o que puedan caer en lo absurdo o lo ridículo, ya que en teoría la seriedad debe caracterizar a una marca de confianza.
Este es un error demasiado generalizado y que no tiene en cuenta que el humor hace parte de las emociones humanas y que la comunicación es una de las maneras de estimularlo; por lo tanto las empresas deben abrir la mente a nuevos espacios creativos y hacer mensajes que tengan la capacidad de generar una risa o una sonrisa y con ello canalizar la empatía de los consumidores.
La comunicación publicitaria ha entrado en un irreversible proceso de diálogo y esto, inevitablemente, implica la incorporación de aspectos emocionales entre los recursos comunicacionales de una marca para apelar al lado más sensible de los consumidores.
Además, a la hora de enamorar al público, es necesario que la comunicación sea distendida entre los dos actores, saludable, y que sirva como punto de referencia para la posterior venta.
Desde luego que el humor es una poderosa herramienta tanto para hacer llegar el mensaje al público como por su memorabilidad y capacidad viral. Si una marca quiere mostrar su afinidad con el público, el humor puede ser de gran utilidad.
Se debe tener en cuenta, sin embargo, que el humor también implica una dosis alta de riesgo, ya que existen temas especialmente sensibles: como las normas religiosas, morales, el trato a los menores, las mujeres, el respeto a los animales, entre otros, que deben tocarse con pinzas.
Ventajas:
- Afectividad: El humor produce placer en los espectadores, creando simpatía hacia el producto.
- Llamativo: Consigue una mayor atención. Si forma parte de una “saga” (serie) asegura el seguimiento por parte del espectador.
- Indeleble: Proporciona un mayor recuerdo de la marca, incluso algunos eslógans se incorporan a la vida cotidiana.
- Seductor: El espectador piensa que si algo le hace reír es porque debe ser bueno.
Desventajas:
- Irritación: Un chiste malo reiterado continuamente puede ser catastrófico para el producto.
- Escándalo: El más mínimo exceso puede levantar fuertes protestas.
- Eclipse: Un anuncio excesivamente gracioso puede llegar a anular el producto.
- Rechazo: En casos extremos puede llegar a generar rechazo hacia el producto.
Las clavesExisten dos categorías de humor en publicidad: el humor no relacionado (no se vincula la comicidad al producto)y el humor relacionado (en los que sí se vincula al producto).
El el proceso de creación se deben de tener en cuenta los siguientes aspectos: Primero, centrarse en un solo rasgo del producto, y transmitir el beneficio que proporciona la marca; segundo, destacar y diferenciarse de la competencia sobre algún aspecto, el anuncio debe permitir que el consumidor perciba la marca como la más alegre, simpática y positiva.
Luego se debe lograr la simpatía del target (público objetivo), dejando en segundo plano al resto, ya que no todos responden igual a los mismos estímulos. Un buen guión se inicia buscando situaciones relacionadas con el producto.
Después se selecciona la más cómica y se introduce un “gag” final brillante e inesperado. Cuanto mejor sea la preparación, el clímax y más rápido el final inesperado, más éxito tendrá.
Después de todo esto se debe seleccionar a los personajes, en los que normalmente se buscan fisionomías cómicas y no bellas. Recurrir a personas famosas es otra opción, pero se corre el riesgo de polarizar la simpatía. Para evitarlo, se puede recurrir a profesionales del humor.
Según Manuel J. Sánchez el humor produce los siguientes efectos en la intención de compra de los consumidores:
El humor es un código muy persuasivo si la evaluación previa de la marca es positiva.
Es poco eficaz cuando la evaluación previa es negativa.
Refuerza las actitudes positivas previas hacia el producto.
Es menos eficaz para los nuevos productos, porque distrae la atención sobre el mensaje.
Por lo tanto, el humor es un buen instrumento para apoyar un producto bien acogido de ante mano por los consumidores.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez Guerrero
Equipo Mipagina.net