Los cristianos de todo el mundo estamos viviendo la celebración de la Semana Santa, una semana de reflexión sobre la vida y enseñanzas de Jesús y sobre nuestra propia vida, donde incluso la tecnología tiene su sitio y nos debe permitir acercarnos más a nuestra fe y nuestras creencias.
La internet, que hasta hace poco era satanizada por casi todas las religiones del mundo, sirve hoy de medio y canal para la difusión de la palabra, para la adoración e incluso el culto virtual.
Ya hemos visto como el máximo jerarca de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, utiliza Twitter para llevar su mensaje, así como los líderes religiosos de otras vertientes también utilizan la tecnología 2.0 para llegar a sus fieles en los lugares más apartados.
Esta semana Allen Downey, un científico informático de Olin College of Engineering en Massachusetts, nos sorprendió con un estudio que sugiere que la internet está matando a la religión.
Su investigación sugiere que el número de estudiantes universitarios de primer año que dicen no tener ninguna afiliación religiosa ha crecido del 8% al 25%, según CIRP Freshman Survey.
Las personas que utilizan Internet un par de horas a la semana, según los números GSS que mostró Downey, tenían menos probabilidad a tener una afiliación religiosa en más o menos 2%. Aquellos que están en línea más de siete horas a la semana tenían mayor probabilidad, un 3% más de probabilidad, de desafiliarse, dijo.
Estas tendencias coinciden con lo reportado en el 2012 por el proyecto «Religión y vida pública» del Centro de Investigación Pew. Este indicó que uno de cada cinco adultos estadounidenses y una tercera parte de los menores de 30, no son afiliados.
Sin embargo, la web 2.0 se ha convertido en un lugar de culto, tan omnipresente como el mismo Jesús no lo enseño y que bien aprovechado puede servir para cimentar mejores valores religiosos y morales en todas las personas.
En la red existen muchos ejemplos de iglesias que han sabido sacarle provecho a la internet, como es el caso de Lifechurch.tv. que posee 18 iglesias físicas en Estados Unidos, cuyos servicios religiosos son transmitidos 50 veces a la semana por la web. Lifechurch también cuenta con una sala de chat y efectos multimedia que hacen sentir como si se estuviera presente en el templo.
Otro buen ejemplo es Church of Fools, que comenzó utilizando una plataforma donde los feligreses podían crear un avatar personalizado y asistir a misas diarias. Los feligreses seguían el sermón y las oraciones respondiendo vía texto.
Este proyecto se volvió bastante costoso y finalmente decidieron utilizar Facebook en 2012 como St. Pixels, allí los fieles pueden acceder a una sala de chat con la misa del día y reunirse con otros adeptos.
Pero el cristianismo no es el único que le ha sacado provecho a las nuevas herramientas digitales, los judios cuentas con un sitio web llamado jerusalem.com, que permite hacer una visita virtual por el Getsemaní, el muro de los lamentos y otros lugares de interés religioso.
También el hinduismo cuenta con una aplicación app denominada Virtual Hindu Temple y los mulsumanes, más cerrados a este tipo de usos, tienen un sitio llamado virtualmosque, que permite escuchar sermones pregrabados y recitaciones del Corán.
Estas son solo algunas formas que utilizan las iglesias, para poder llegar a sus fieles, pero los ejemplos de personas, cultos y organizaciones de carácter religioso, que en realidad hacen un buen uso de la web2.0 son muchos.
Algunas de ellas realizan no sólo una labor de evangelización, sino que promueven verdaderas campañas sociales, en favor de los más necesitados, aunque también es importante señalar que no faltan quienes en nombre de la fe engañan y timan a los fieles.
Lo cierto es que las posibilidades y opciones, para quienes desean hacer parte de una iglesia o quieren practicar algún culto, también se encuentran en el ambiente virtual y que la premisa de hacer el bien y amar al prójimo, principal derrotero de todas las buenas creencias, también se puede alimentar de manera online. Al final de cuentas Dios está presente en todas partes.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net
