Tan común como llevar la calculadora al supermercado, para hacer las cuentas a la hora de las compras, se ha vuelto el uso de los teléfonos inteligentes para buscar productos, comparar precios y mirar las características de los mismos.
El teléfono móvil es ahora una herramienta de uso diario y las empresas y marcas deben saber que el marketing a través de este dispositivo está por ahora en sus comienzos, pero de seguro que será el medio ideal para los años venideros.
A pesar de que en Latinoamérica todavía no se siente con fuerza, hay muchas maneras de mejorar la experiencia de compra en el comercio físico, haciendo uso de todo el potencial tecnológico de iPhones, Smartphones, entre otros.
Un reciente informe de Deloitte, señala que un 49% de los compradores que se encuentran en tiendas dedicadas a la electrónica y las nuevas tecnologías utilizan los smartphones, logrando además influir en un 8,3% de las ventas.
De esa manera la electrónica y las nuevas tecnologías se convierten en los establecimientos con el mayor uso y frecuencia de uso de dispositivos móviles, entre los que se destacan también los grandes almacenes, que ocupan el segundo puesto con un 46%, las tiendas de ropa que están en el tercero con un 38%, seguidas por las tiendas de alimentación con un 35%.
La influencia de los smartphones en las ventas es del 5,1%. Esta influencia se traduce en una previsión de ventas para 2012 de 159 billones de dólares, estimación que crece en un 20,6% para 2016, momento en el que se calcula que se alcanzarán los 689 billones de dólares en ventas.
Ventajas
Esta nueva forma de comprar en las tiendas físicas, con el uso de dispositivos móviles como elementos de ayuda, ha sido denominada mobile commerce. Esta introducción del móvil en el proceso de compra, puede producirse antes, durante o después de la misma.
Actualmente muchos comercios impiden el uso de estos dispositivos y de cámaras o tabletas dentro de sus tiendas físicas, por temor a espionaje o a otro tipo de sospechas en materia de seguridad. Pero con la implementación de sistemas de barras, códigos QR y plataformas de comparación de precios y demás, seguramente que tendrán que tomar medidas distintas.
Con el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, poder acceder a fotos de los productos permite conocer sus características en sitios de búsqueda, o enviarlas a amigos y conocidos por medios sociales para saber su opinión o poder ubicar el producto en otro lugar, mediante la geolocalización, para comprarlo más tarde.
Incluso algunas aplicaciones permiten resolver dudas en cuanto a las cualidades y cantidades, colores, texturas, modelos. etc, para que el cliente realice una elección más acertada.
Igual ocurre con los códigos QR o los código de barras, que se escanean con los móviles para saber de ofertas, promociones, etc y que no pueden ser limitados en su uso en las tiendas físicas.
Estos códigos QR sirven para acceder a páginas web o aplicaciones donde las marcas añaden información, muestran vídeos, conectan con las redes sociales o presentan sus promociones, y en cualquiera de estos casos, estas acciones sirven para incrementar las posibilidades de venta.
Los código de barras se utilizan para una función en concreto: acceder a bases de datos para encontrar opiniones de otros usuarios acerca de su experiencia con el producto o comparar el precio en alguna de las muchas aplicaciones disponibles.
Pero incluso para el momento del pago en la tienda física, se puede hacer de manera electrónica usando el móvil. Para ello existen diferentes sistemas ofrecidos por empresas de pagos como Square , GoPayment de Intuit o Paypal.
Estas plataformas proveen a las tiendas de un servicio seguro para recibir pagos efectuados con tarjeta de crédito a través del teléfono del comprador.
En conclusión, cada día aparecen nuevas aplicaciones de los teléfonos inteligentes para ser usadas en las compras y por lo tanto lo mejor es aceptar que el comprador tiene nuevas herramientas para optimizar sus compras.
Por lo mismo es que muchas empresas, incluso de ventas al por menor, ya están en la nueva onda y no solo facilitan el uso de los dispositivos móviles, sino que lo promueven con la implementación de códigos QR y otras aplicaciones para facilitar las compras y mejorar la experiencia del cliente.
En fin. Facilitar que estas tecnologías jueguen a favor de los clientes, en realidad puede hacer que al final jueguen a favor de las mismas marcas y empresas.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net