Para muchos creyentes católicos, la iglesia y las redes sociales parecían hasta hace poco dos temas bastante distantes el uno del otro y sin ninguna relación, todo debido a la mala fama creada frente al uso de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.
Sin embargo, cuando hace sólo algunos meses el Papa emérito Benedicto XVI se hizo a una cuenta en Twitter y además incorporó una aplicación de Facebook para que los fieles pudieran intercambiar postales virtuales y ver noticias del Vaticano desde el iPhone, el gran abismo entre la iglesia y las redes sociales se empezó a estrechar.
Un dato interesante es que dos días después de su lanzamiento, la cuenta de Twitter de El Vaticano ya contaba con más de 70 mil seguidores, como consecuencia del primer tweet enviado por Benedicto XVI.
Ahora con el nuevo Papa Francisco, recién desembarcado en el máximo cargo dentro de la iglesia católica, se espera que el uso de estas nuevas tecnologías no solo sirva para acercar a los fieles, sino para realizar verdaderas campañas de marketing alrededor de la fé, aunque esta palabra pueda resultar para algunos como ofensiva y blasfema.
Lo cierto es que el Vaticano ha descubierto la fuerza de las redes sociales y las excelentes posibilidades que tiene para atraer fieles, sobre todo a los más jóvenes, quienes a decir verdad cada vez son más escasos en las iglesias de todo el mundo.
Muchos ejemplos
Aunque de momento el nuevo Pontífice Jorge Mario Bergoglio, no se conecta online, ya se tiene una cuenta oficial y de acuerdo con el arzobispo Claudio Maria Celli se ha pensado en utilizar las nuevas tecnologías para que el mensaje sea más conocido y difundido por los jóvenes.
Un buen ejemplo de la aplicación del social marketing es la aplicación “Pope2you” desde Facebook, que permite enviar postales entre los usuarios de la red social relacionados con las actividades del Pontífice.
La decisión de entrar en Facebook según Celli, responde al deseo del Vaticano y del Papa de «encontrar a los hombres allí donde se encuentren».
Pero este no es el único acercamiento a la internet realizado por el Vaticano, el 23 de enero abrió su propio canal en YouTube , en el que ofrece vídeos sobre la actividad del Papa en cinco idiomas, entre ellos el español.
Incluso para quienes han visitado el Vaticano el uso de nuevas tecnologías es algo realmente común, ya que por ejemplo para comprar algunas entradas a museos administrados por la Santa Sede se puede hacer el proceso por Internet y al presentar la entrada esta es escaneada con un código QR que viene en ella.
Estrategias de fe
El nombramiento de un Papa Latinoamericano, proveniente de una orden que jamás había tenido participación en este cargo, como son los Jesuitas, junto con esta recien estrategia de Marketing online, supone un cambio revolucionario en la iglesia católica para los próximos años.
El deseo del Vaticano por implementar una estrategia de Marketing Online y las redes sociales es completa, lanzando su perfil en Facebook, su propio canal en YouTube, cuenta en Flickr y cuenta en Twitter.
La agencia española 101 es la encargada de esta estrategia digital y de acuerdo con Gustavo Entrala, ideólogo de la campaña online, ésta representa el proyecto de comunicación más importante de la Santa Sede en los últimos 30 años.
Uno de los primeros paso del Vaticano fue la creación de un portal web, News.va, en el cual se publican noticias, comunicados de prensa, información completa para visitar el Vaticano, un canal de TV, uno de radio y, por supuesto, todas las redes sociales en las que tienen presencia.
Este portal ya está disponible en inglés e italiano, y se espera que en los próximos meses salga la versión en español, portugués, alemán y francés.
En el mundo de los negocios es fácil suponer cuál será la estrategia de uso de los medios sociales en el marketing, pues se trata de conseguir clientes y ventas, pero en el plano espiritual es bastante complicado saber cómo hará la iglesia católica para congregar más almas.
Es de considerar, que para el Vaticano el mensaje será, en este caso, lo más importante y ante la negativa de muchas personas jóvenes de asistir a los oficios religiosos, por parecerles tediosos y aburridos, este canal puede servir para llevar mensajes más claros, precisos y creativos. Además por este medio la difusión y repercusión de los mensajes será inmediata y mundial.
Igualmente el mismo Papa podrá responder algunas de las inquietudes de las personas y Twittear o compartir sus experiencias con los jóvenes, fomentando una relación más relajada y sin tantos formalismos. Habrá que ver que tanto valor tendrán las opiniones expresadas por los usuarios y si al igual que en el marketing tradicional, estas sugerencias tendrán alguna repercusión en la forma cómo se toman las decisiones al interior de la iglesia católica.
Otro recurso importante del marketing online de la iglesia católica, será poder dar respuesta a problemas internos, como el en la Curia, después del escándalo de la filtración de documentos privados del Papa, conocido como ‘Vatileaks’; así como la reorganización de las finanzas y mejorar su imagen deteriorada por la conducta delictiva de algunos de sus jerarcas en hechos tan graves como los abusos sexuales. Incluso en el tema del papel de la inclusión de la mujer en un rol más protagónico dentro de la jerarquía.
Humilde pero moderna
En realidad no es de sorprender que todo esto esté ocurriendo, la iglesia no se puede apartar y no puede ser ajena a los avances tecnológicos, por el contrario es la que debe estar más atenta y convocar a que estos adelantos se usen de manera correcta e idónea para edificar y no para destruir.
Lo cierto es que el Vaticano necesita con urgencia de estas nuevas herramientas tecnológicas para que sus 1.200 millones de seguidores no se pierdan y por el contrario crezcan en número
La Santa Sede debe reforzar su comunicación y sus estrategias de marketing a nivel interno y externo y lo debe hacer tanto ‘On’ como ‘Off Line’.
Este momento es uno de los más importantes y coyunturales y es necesario que la iglesia católica aproveche la oportunidad para ser una iglesia más humilde e incluyente, pero moderna y con visión al futuro; sin dejar su misión como constructora de valores morales y espirituales tan necesarios en este mundo atribulado.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net