Los niños y niñas del eComerce

En un mundo donde el eComerce, o comercio electrónico, se ha tomado todos los ámbitos de la vida y ha llegado a millones de personas sin importar nacionalidad, sexo, raza o edad, era imposible que los niños y niñas fueran ajenos a el.

Por más que se intente evitar, los nuevos medios tecnológicos de la comunicación y la información, están disponibles para quienes pueda tener acceso a ellos, y los infantes, hoy por hoy, se constituyen en un grupo importante con gran interés en el internet, que los ha puesto en la mira de las marcas y los vendedores de la red.

Paul Parkin, especialista en Marketing, diseñador de profesión y quien  ha trabajado con compañías como Microsoft, Coca-Cola y Disney, es un gran conocedor del tema de las compras en línea y un analista del comportamiento de las personas en relación con estas.

De acuerdo con Parkin, el producto más popular de compra para los niños en EE.UU, increíblemente es la ropa, seguido por la comida y en tercer lugar la música. Y es increíble porque se podría pensar en otro tipo de artículos como los juguetes, los vídeo juegos, etc, más cercanos a esa visión infantil, sin embargo puede que los niños quieran estos últimos, pero quienes toman la decisión final son los padres.

Aún así, muchas marcas están diseñando publicidad dirigida a este sector infantil de la población, incluso utilizando esos mismos juegos en línea, pero promocionando marcas de ropa, alimentos y música.

El pago

En cuanto a los medios de pago más utilizados, Parkin señala que existen varios. Por una parte el pago en efectivo, que es posiblemente el más extendido entre niños y niñas y un sistema de trueque, que consiste en la acumulación de puntos por compras anteriores o por participación en juegos y concursos.

Este último muy popular en marcas como Pepsi, Coca Cola y Doritos, por dar algunos ejemplos. Este sistema permite que los niños y niñas tengan su propio sistema de compra de bienes virtuales, o bien puede utilizar bonos y tarjetas de regalo que reciben de amigos o familiares.

En el contexto de las redes sociales, se vienen empleando los programas de fidelización, que son una especie de moneda en línea, que se les dan a las personas por participar con sus comentarios o recomendaciones, sobre los productos o servicios promocionados, a los niños se les dan tarjetas que canjean por artículos virtuales o en algunos casos reales.

La otra modalidad de pago son las tarjetas crédito y débito, pero como se sabe, es necesario que los padres participen como titulares para hacer la transacción, ya que los niños no tienen el uso de estas sino más o menos cuando llegan a la universidad.
«Hemos visto niños de tan sólo 12 y 13 de hacer compras en línea usando tarjetas de ambos padres [de crédito y la moneda] virtual». dice Parkin.

Análisis

Pero qué es lo que está motivando a las empresas a acercarse a este nicho de mercado. Parkin argumenta que los niños son mucho más abiertos, pero también más volubles. Sin embargo, el comportamiento varía con la edad. Entre los 14 y los 18 años, por ejemplo, tienden a experimentar más, por lo que son un foco ideal.
Pero si vemos el grupo de 12 a 14 años, realmente no es que estén muy interesados en los temas de las marcas. Entre los 14 y los 15 años, por el contrario, comienzan a definir sus gustos y tendencias, de acuerdo a la moda o su grupo de amigos

«Las marcas tienen que caminar, continuamente, entre la línea del deseo de los niños que quieren intervenir con su marca, pero que necesitan el  apoyo económico de los padres para hacerlo”, manifiesta Parkin.

Al final del día, si los padres eligen no hacerlo, los niños no pueden participar o comprar.

Esto datos llevan  a pensar, sin embargo,  que estos comportamientos están muy determinados por el entorno social. Aquí se está hablando específicamente del caso Norteamericano, que esta más dado al consumo, pero por ejemplo en países en vías de desarrollo, por las condiciones económicas, es todavía difícil entrar a valorar este comportamiento.

Incluso en otros países, igualmente desarrollados, también resulta complejo hacer un análisis de esta dinámica, pues se trata de sociedades poco consumistas y con otro tipo de valores y tradiciones.

Frente al tema de la recesión económica y los hábitos de compra de los infantes, también Parkin, se refiere. Aduce que a pesar del panorama, las experiencias de compra en línea son cada vez mayores. Los niños y niñas tienden a comprar aquello que ven más económico y por eso los detallistas son los que más están creciendo en el  eComerce.

Los precios en la red, han bajado considerablemente en los últimos años, por lo que se ha visto un crecimiento en las ventas en línea de libros y música, que es lo que de manera autómoma más compran los chicos, con el dinero que ellos mismos pueden utilizar y que está dentro de su presupuesto.

Analizando lo que dice Parkin se puede concluir, de forma paradójica, que la recesión ha empujado a muchos empresarios a manejar sus productos o servicios a través de internet, porque les resulta mucho más económico, obteniendo mejores márgenes de ganancia que si tuvieran un sitio o  local real.

Frente al tema de las redes sociales y otros medios que influyen en la interacción entre niños y niñas con las marcas, Parkin señala que al igual que en el público adulto, se tiene que tener cuidado con lo que se promociona, pues si es un producto poco interesante y de baja categoría, ellos tampoco le prestarán mucha atención.

«Se puede tener una página en Facebook o Twitter, y una presencia comercial, pero si usted no ofrece un producto de calidad, en el que los niños estén interesados, será muy difícil llegar a su participación, a pesar de las ofertas o promociones»

Una de las formas de llegar a cautivar a este público jóven, son los juegos o concursos, unidos a promociones, donde ellos se sientan motivados a ganar. Esto no significa una participación con regalos en dinero en efectivo, pero si con premios, bonos o descuentos. Tampoco se deben esperar grandes ganancias de ello, sino el simple compromiso de niños y niñas de interactuar con la marca, que puede tener una gran acojida y que posteriormente se traducirá en ventas.

En fin, el nicho de mercado de niños y niñas, es un tema cada vez más importante, no solo porque ellos tengan un poco más de autonomía ahora en lo que quieren comprar, sino porque finalmente ellos se convertirán en los consumidores del mañana, y que mejor que tenerlos cautivos desde ahora.

Editado y traducido por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net

Fuente: Paul Parkin en eMarketer

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