Durante mucho tiempo Ryan Abood gozó de la rentabilidad que le dejaba la tienda herencia de sus padres en New Hampshire. Siempre miraba lo números y hasta el mismo se sorprendía de ver, como sin tantos gastos de publicidad, las ventas habían crecido hasta en un 400%.
Un año y medio y 100 horas semanales de trabajo, hicieron que el GourmetGiftBaskets.com, se convirtiera en la tercera más grande en su nicho de mercado.
Entonces una mañana, Ryan se levantó como todos los días a mirar su sitio web, pero al buscarlo a través de Google, como siempre lo hacía, se dio cuenta de que no estaba por ningún lado. Google, el origen del 80% de los ingresos de la compañía, había desterrado su página de los resultados de búsqueda. Ryan entró en pánico..
“Ese 11 de noviembre de 2008, me desperté a las seis de la mañana, he hice una búsqueda en Google a través de mi móvil, como lo hago todas las mañanas. Generalmente estamos en el primer o segundo lugar de la lista, para la mayoría de palabras claves que utiliza la gente en esta industria; Pero ese día ya no estábamos en ninguna parte. Abrí mi computadora portátil y corroboré por allí, que ni siquiera estábamos en los primeros mil resultados. Esto sucedió justo antes de la temporada navideña, cuando en general se tiene un 40% o 60% de nuestros ingresos anuales. Eso fue muy devastador”.
Ryan no tenía idea de lo que había sucedido y solo atinaba a pensar que se trataba de una situación temporaria. Pensaba que ya había escuchado que en ocasiones la lista de Google tenía variaciones momentáneas. Nunca llegó a imaginarse que podría tratarse de una penalidad.
“Llamé a las dos compañías que contratamos para mejorar nuestro ranking en Google y que habían hecho todos nuestro trabajo de optimización en el motor de búsqueda. Fue allí cuando supe que una de las compañías estaba pagando por pedir los enlaces, situación que Google observa como una mala práctica, ya que atenta contra la libre elección”.
Google, que conoce estas prácticas, penaliza las páginas Web que venden este tipo de enlaces. Evidentemente Google no sabe a ciencia cierta que enlaces son comprados, pero se mueve por indicios. Por ejemplo, si detecta una Web que de la noche a la mañana recibe muchos enlaces entrantes, puede interpretar que son comprados, o si recibe muchos enlaces desde páginas de diferentes temáticas a la página de destino.
Un problema, una oportunidad
Para la compañía de Ryan, esa temporada de vacaciones fue una de las más duras que hayan tenido. Tuvieron que invertir mucho dinero en clics pagos, para recuperar presencia en la internet, aunque a pesar de la penalización todavía podían comprar anuncios.
“Nos apoyamos en nuestro canal de afiliados. Pero sin embargo esta situación nos terminó costando unos U$ 2 millones en ventas ese final de año y otro par de millones en el 2009”.
“Antes de la penalización, no habíamos explorado la estrategía de los medios sociales o redes sociales. Ahora, como parte de nuestras herramientas globales, nos hemos acercado a los blogs y ya contamos con más de 3.200 fans en Facebook; en Twitter todos los días tenemos comentarios y opiniones”.
Para este año la compañía contrató a un Gerente de compras y un Administrador de medios de comunicación social, así como un Director de marketing de afiliados, también tienen a alguien pendiente de ver los enlaces, para evitar que vuelva a suceder de nuevo.
“No habíamos visto el tipo de calificación que teníamos antes de la penalización, solo hasta ahora con la actualización de Google Cafeína este mes de junio. Ese era nuestro perdón final y ahora estamos de vuelta en la parte superior de los criterios de búsqueda”.
Esa penalización fue un dura prueba, pero sirvió a esta compañía, no solo para corregir fallas en el SEO, sino igualmente para mirar hacia otros sitios y buscar soluciones, que aún todavía le sirven y le ayudan en el proceso de eComerce.
Razones de Google
Uno de los principales factores que influyen en el posicionamiento en buscadores, es el número de enlaces que apuntan hacia una página Web. Teniendo en cuenta este factor, son muchos los Webmasters que basan su campaña de posicionamiento en buscadores en la compra de enlaces.
El objetivo de estas compras son las páginas que tienen un alto page rank, para que así a través de ese enlace a nuestra Web nos transmita su PR, aumente nuestra popularidad y mejoremos nuestro posicionamiento.
Google penaliza las páginas Web que venden este tipo de enlaces. Esta penalización en principio sólo afecta a la página que vende enlaces, bajándole el page rank o quitándoselo y por consiguiente transmitiendo mucho menos pagerank (o nada) a las páginas de destino lo que hace al comprador replantearse la utilidad de pagar por ese enlace.
Si queremos comprar enlaces lo ideal es hacerlo poco a poco y siempre desde páginas de igual temática a la nuestra. Si queremos vender enlaces y no queremos caer en una penalización, deberemos de vender esos enlaces a páginas de nuestra misma temática. Si queremos asegurarnos que Google no nos penalizará, deberemos a añadir el atributo nofollow a los enlaces, pero serán muy pocos los Websmasters interesados en comprar un enlace con estas condiciones.
Lo importante es dejarse guiar por personas expertas en Posicionamiento SEO y conocer la nomatividad que rige al respecto, para no caer en errores y después pagarlo tan caro como le sucedió a Ryan.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez Guerrero
Equipo Mipagina.net