Jonathan Koomey, profesor consultor de la Universidad de Stanford, que ha llevado varios estudios sobre el uso de datos de energía, ha dicho que para muchas empresas el uso de la nube «hace la energía mucho más eficiente que el uso en los centros de datos.»
Para el estudio se comparó a las posibilidades que ofrece Gmail en el correo electrónico vs las empresas con usos computacionales tradicionales, los cuales vale la pena decir han sido reemplazado por más de 4 millones de empresas.
Los resultados fueron claros: cambiar la computación tradicional por la nube de Gmail, puede conllevar una energía casi 80 veces más eficiente que el funcionamiento interno de correo electrónico.
Esto se debe a que los servicios basados en cloud, suelen ser alojados en centros de datos altamente eficientes, que operan a mayores tasas de utilización de los servidores y el uso de hardware y software ha sido construido específicamente para los servicios y las condiciones de las pequeñas empresas, que rara vez pueden crearlos por su cuenta.
Se realizó un cálculo similar para YouTube y los resultados son aún más sorprendentes: los servidores necesarios para jugar un solo minuto de YouTube consumen aproximadamente 0,0002 kWh de energía.
Para poner esto en perspectiva, toma alrededor de ocho segundos para el cuerpo humano quemar la misma cantidad de energía. .Habría que ver vídeos de YouTube durante tres días seguidos para que los servidores consumieran la misma cantidad de energía necesaria para fabricar, empaquetar y enviar un solo DVD.
Por lo tanto, ver vídeos en la nube, es mucho más beneficioso para el planeta, de acuerdo con los expertos.
Más datos reveladores
Un informe denominado Cloud Computing – The IT Solution for the 21st Century, relativo a las emisiones de carbono que generan los entornos en la nube ofrece otros datos reveladores. Las conclusiones incluyen que los servicio cloud podrían recortar la contaminación atmosférica en 85,7 millones de toneladas métricas anuales en el año 2020.
Esto supone una disminución sensible de las emisiones de CO2. Aunque si el ritmo de adopción del cloud computing supera las previsiones actuales las cifras podrían suponer un recorte aun mayor.
Aunque no todos están de acuerdo sobre los resultados arrojados por este informe. El analista de GreenMonk Tom Raftery critica el informe. Afirma que éste tiene algunos puntos discutibles. Las conclusiones asumen tácitamente que el ahorro de energía que producirían los beneficios de la nubesería equivalente a la reducción de emisiones de carbono. Y éstas no tienen por qué ser dos cifras que vayan de la mano, según el técnico.
Sin embargo, nadie duda de que utilizar servicios en la nube es ya de por sí una solución más ecológica que el uso de los servidores independientes a los que sustituyen. El cloud computing tiene un componente ecológico en su misma concepción. El alojamiento de datos y servicios en la nube conlleva una disminución sustancial de los recursos que consume la empresa, impulsando la eficiencia energética.
El cliente se libera de cargas de hardware, con lo que años después se evita que éste se convierta en residuos físicos. Las grandes compañías proveedores de cloud tienen infraestructuras potentes que ahorran espacio y optimizan el rendimiento. De esta forma, son necesarias una cantidad menor de máquinas que si cada empresa tuviera sus propios servidores. Esto a la larga significa menos toneladas de tecnología tiradas a la basura a causa de la obsolescencia.
Muchos servicios de cloud computing tiene la opción de pago por consumo. Según utiliza recursos el cliente así crece su factura. Aparte del ahorro de costes, esta medida también hace posible que sólo se sirva lo que sea necesario, evitando un perjuicio suplementario para el medio ambiente.
Localizar el centro de datos cerca de una fuente de energía verde, como una central hidráulica, constituye una medida importante para profundizar en el respeto al medio ambiente. En lugar de tener unas instalaciones funcionando por electricidad procedente combustibles no renovables, utilizar el apoyo de una fuente limpia contribuye a hacer más ecológico el servicio.
El centro de datos de Yahoo, inaugurado recientemente en Buffalo (Estados Unidos) recurre a energía renovables y reduce de forma sensible sus emisiones. Aunque un servicio de tal magnitud como el que tienen que soportar las instalaciones de esta compañía necesita más recursos, con lo que también se utilizan fuentes contaminantes.
Para crear entornos en la nube más ecológicos es necesaria una optimización de los actuales centros de datos en general. Pero sobre todo es importante que la construcción de nuevas instalaciones sigan algunos patrones para que éstas resulten menos nocivas para el medio ambiente.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net