El marketing on line u off line, necesariamente se basa en relaciones entre personas, es por eso que no es ajeno a la cultura, el comportamiento y la psicología. Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, han cambiado de manera sustancial la manera de pensar, actuar y discernir de los seres humanos y por ende de las audiencias.
Internet y las redes sociales, han tenido un enorme impacto en el público y ello se manifiesta en los creativos, vendedores y anunciantes, que cada vez tienen que aprender más y utilizar el mayor número de herramientas para conectarse con su audiencia objetiva. La digitalización pone una barrera entre marcas y consumidores, pero una vez que ésta se supera, el cliente es mucho más manejable.
Hace algunos años, cuando un cliente, usuario o consumidor tenía alguna inquietud sobre una marca, producto o servicio, buscaba la respuesta en la empresa o en la oficina de servicio al cliente. Hoy bastan apenas 60 segundos para encontrar una respuesta en Google, o una recomendación en Twitter o Facebook, todo gracias a la digitalización. Esto ha hecho el camino hacia el aprendizaje es más corto, pero no por ello se puede caer en el exceso de confianza.
De acuerdo con la investigaciones un usuario de hoy invierte una media diaria de 12 horas en consumir información, lo cual equivales a más de 100.000 palabra y 34 gigas de datos. Cada día, se lanzan alrededor de 3.000 mensajes de marketing al consumidor. La confusión es mucha, pero es contrarrestrada por la propia capacidad de selección del consumidor, explica Cory Treffiletti en Media Post.
Por eso para conectar realmente con el consumidor, los mensajes publicitarios deben ser relevantes y también de mucha calidad, creatividad y actualidad. Tienen además que ser frecuentes, lo cual lleva a la vieja formula de alcance y frecuencia. En realidad, detrás del nuevo marketing online, hay una sencilla fórmula matemática:
Relevancia + Actualidad + Frecuencia = Resonancia
Ahora todo se trata de ser lo más viral posible. Los mensajes deben tener la capacidad de resonar y propagarse como una pandemia. La viralidad añade alcance y resonancia al mensaje y lo hace apoyándose en la frecuencia y en la actualidad. Todo esto genera una especie de círculo vicioso en la que el interés y la interacción con el consumidor se multiplican.
Cuando el consumidor mismo rompe el muro con la marca. se convierte en una maquina de influencia capaz de dirigir los mensajes publicitarios a otros y convertirse en un aliado. Ese consumidor se apoya en tres ejes fundamentales: relevancia, actualidad y frecuencia
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net