Marketing, una mirada optimista frente la crisis

Las Pymes (Pequeñas y medianas empresas) como todo el comercio y la industria en general, enfrentan cada día desafíos más fuertes, frente a los nuevos medios tecnológicos de la comunicación y la información, pero sobre todo en los momentos de crisis económica tan prolongados.

La solución, definitivamente, radica en estar muy pendiente de los usuarios y clientes actuales para no perderlos, y a la par, tratar de hacer contactos para atraer nuevos consumidores de la marca, producto o servicio.

El marketing es un medio, que nunca se podrá pensar que esté en desuso, para lograr esa meta y ninguna empresa grande, mediana o pequeña, puede creer que no necesita de éste para salir adelante, ya sea de la manera más tradicional o empleando los medios on line más novedosos.

No importa si se tiene un excelente producto, un inmejorable precio o unas garantías excepcionales, pero si no se cuenta con los canales para comunicárselo a las personas, éste pasará inadvertido para todos.

Para lograr unas estrategias óptimas de mercadeo y publicidad, es bueno empezar por analizar las características de los clientes: quiénes son, por qué compran, qué hace que le compren a la competencia y qué les gustaría a ellos que se mejorará del producto o servicio.

Estos interrogantes pueden parecer demasiado obvios, pero precisamente por eso es que muchas veces no se analizan de fondo. Es bueno tener una mirada más objetiva, cuando se trata de hacer un análisis de este tipo.

Luego de que se obtienen los datos antes mencionados, se deben pensar y repensar todas esas repuestas, ojalá con un grupo interdisciplinario para tener diferentes puntos de vista. Se debe analizar cualquier detalle, por pequeño que parezca, sacar conclusiones y  desarrollar estrategias, que desemboquen en acciones que vayan de la mano de las metas comerciales y que sobre todo ayuden a crear contactos, ventas, reforzamiento de la imagen y fidelización de los clientes.

Ya cuando se tienen planeadas esas acciones, se procede a realizar algo fundamental y es la asignación de un presupuesto, junto con un cronograma de actividades.
El primero dará luces para saber hacia dónde se van a dirigir los esfuerzos, de acuerdo con las posibilidades de inversión y el segundo dirá qué se debe hacer y cómo ponerlo en marcha, ya sea que se realice con recursos humanos ya existentes o con otros externos.

Estos dos pasos son los más importantes, pues son los que dan pie a convertir las ideas en hechos reales, y es ahí precisamente donde muchos empresarios se quedan, pues les asusta ponerlas en practica por razones de presupuesto o metodología.

Es cierto que no se pude tener por seguro el éxito de las estrategias, pero cuando se ha realizado un trabajo previo juicioso y profesional, las posibilidades son mucho mejores.

Cuando ya se está llevando a cabo la implementación de las estrategias, se debe observar un último paso, que es el de el control. Aquí es donde realmente se obtienen los resultados y se diseñan los planes de mejora.

El control es el que permite tomar las decisiones y garantiza la continua retroalimentación y el dialógo permanente con los usuarios o consumidores, que hará que las estrategias y planes evolucionen y se mantengan en la memoria, convirtiéndose en el mejor método para reaccionar antes las adversidades.

Es bueno, por lo tanto, tomarse su tiempo cuando de marketing se habla, se trata y se ejecuta, para caminar con pasos seguros y firmes, pero sin quedarse quietos o lentos en ningún momento, pues todo avanza de manera rápida y vertiginosa en el mundo de los negocios.

Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez Guerrero
Equipo Mipagina.net

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