La biometría es una tecnología de seguridad basada en el reconocimiento de una característica de seguridad y en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas, como por ejemplo la huella digital.
Los sistemas biométricos incluyen un dispositivo de captación y un software biométrico que interpreta la muestra física y la transforma en una secuencia numérica. En el caso del reconocimiento de la huella digital, se ha de tener en cuenta que en ningún caso se extrae la imagen de la huella, sino una secuencia de números que la representan.
Esta no es más que la identificación de las personas a través de unidades de reconocimiento facial, de las huellas digitales o de las pupilas, empleando algunos dispositivos, la mayoría de ellos desarrollados en los últimos cinco años y que ya se vienen empleando de manera cotidiana en muchos lugares, como edificios gubernamentales, discotecas, grandes supermercados, la seguridad de las ciudades y en el primer mundo en los procesos electorales.
Otras de sus aplicaciones abarcan un gran número de sectores: desde el acceso seguro a computadores, redes, protección de ficheros electrónicos, hasta el control horario y control de acceso físico a una sala de acceso restringido.
Esto es parte de los que muchos denominan un mundo cyborg, en el que la interacción entre los seres humanos y las máquinas electrónicas es cada vez más común y sobre todo útil, pues impacta positivamente las dinámicas claves para el mantenimiento del orden social.
La identificación biométrica viene jugando un papel importante en una era donde el terrorismo internacional ha hecho de las suyas y por eso se perfila en las grandes ciudades como una pieza clave de la tecnología al servicio de la administración y gestión de la seguridad de entidades gubernamentales, instituciones bancarias y en el área de seguridad nacional.
Ha empezado a jugar un papel muy importante en el control en zonas fronterizas, puntos de inmigración y aeropuertos, en donde las plataformas de control de pasajeros son revisadas y actualizadas constantemente.
La tecnología biométrica ofrece en estos espacios un mecanismo eficiente de identificación, con la capacidad de confrontar datos con cientos de bases de datos disponibles a escala global.
En el comercio electrónico
Las aplicaciones de estas tecnologías de identificación biométrica, no se reducen a las anteriormente mencionadas, sino que también existen una gran cantidad de herramientas de esta categoría pensadas como soluciones de seguridad en el mercado del comercio electrónico, para la validación de firmas digitales y el marketing personalizado.
Otro mercado en pleno crecimiento es el de los servicios financieros que han adoptado diferentes aplicaciones para reforzar la seguridad y protección de los datos de sus clientes.
Los retiros en cajeros automáticos emplean tecnología sin contacto, las transacciones en línea, protección de bases de datos y accesos remotos a través de tecnología móvil son algunas de las innovaciones que se han implementado en este sector.
En Estados Unidos, por ejemplo, más de tres millones de personas hacen sus compras con identificación dactilar (Pay by Touch) en reemplazo de la tarjeta de crédito, sistema que ha sido implementado en gran número de supermercados. En algunos bancos japoneses se puede sacar dinero de los cajeros con la huella de la mano, y en muchos hoteles del mundo ya hay que pasar el dedo índice por un escáner para poder alojarse.
En la actualidad en Pakistán se adelanta un fuerte debate para que se implemente la identificación biométrica para las próximas elecciones, esperando que esta aplicación de la tecnología fortalezca la transparencia del proceso electoral y brinde mayor legitimidad a la elección.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net