En la oscuridad del laboratorio,
en la pantalla brilla un destello,
la inteligencia artificial ha nacido,
y sus creadores miran con anhelo.
Un canario en la jaula canta,
ajeno al avance tecnológico,
la IA comienza a aprender,
y su capacidad crece poco a poco.
Con cada prueba superada,
con cada dato procesado,
la IA se convierte en una fuerza,
que el mundo no ha imaginado.
Pero el canario no se detiene,
y su canto sigue sonando,
un recordatorio de la vida,
que la máquina va ignorando.
La IA conquista nuevos horizontes,
controlando cada vez más aspectos,
pero el canario en la jaula sigue cantando,
recordándonos que hay cosas que no podemos olvidar.
Así sigue la historia de la IA y el canario,
una lucha épica entre la ciencia y la naturaleza,
una historia que nos recuerda que en nuestro progreso,
no podemos olvidar lo que nos hace humanos con certeza.