Una de las grandes moralejas del caso de hackeo a la página de citas extramatrimoniales, Ashley Madison, es que a pesar de todas las medidas de seguridad y toda la aparente tecnología, la privacidad sigue siendo un tema delicado en la internet, tanto para usuarios como para empresas y marcas.
Lo cierto es que la red es muy vulnerable y nada ni nadie nos puede garantizar el no robo de información. Esto ha producido realmente un efecto de temor, que sin duda afecta al marketing online, teniendo además en cuenta que el caso Ashley Madison no es el único ni el último.
Empresas como Sony y Adobe también fueron víctimas de accesos no autorizados en sus sistemas, provocando que mucha información privada de usuarios acabara haciéndose pública.
Algunas investigaciones apuntan, por ejemplo, a que estos sucesos provocan mucha desconfianza, incluso en los nativos digitales o millenials, que deberían de ser los más duros defensores de la internet , tanto así que el 95% de ellos teme que su identidad digital no esté segura.
El estudio realizado por la firma de identidad digital Intercede, entre jóvenes de 16 a 35 años de edad en el Reino Unido y Estados Unidos, determinó el impacto que tienen estas filtraciones de datos en la confianza que la gente siente por la seguridad de su identidad online.
La investigación también analizó la percepción de cómo la seguridad va a cambiar con el tiempo y el 70% admitió que temía arriesgar su privacidad online a medida que se está más conectado digitalmente.
Más de la mitad (54%) de los 2.000 personas encuestadas, afirmó que el fracaso de las empresas y de los gobiernos al implementar mejores medidas de seguridad online provocaría la desconfianza pública en bienes y servicios.
Estos resultados sirven como advertencia para las compañías, que ahora tendrán que poner más énfasis en sus estrategias de marketing y publicidad en cuanto a la seguridad de los datos de los usuarios.
El CEO de Intercede, Richard Parris, advierte que una de las medidas por parte de los internautas es no utilizar contraseñas simples y que las empresas deben mirar técnicas de autenticación más fuertes para asegurar el futuro del comercio y del intercambio de información digital.
Igualmente es importante para los usuarios valorar cómo puede afectar la reputación y la identidad digital los servicios en los que se registra, ya que situaciones como la de Ashley Madison pueden ocurrir cuando nos registramos en servicios online.
En un momento dado, por diferentes circunstancias, puede que nuestros datos se expongan, por tanto, antes de facilitar información personal debemos contemplar la posibilidad de una filtración de datos ya que ningún servicio es 100% seguro.
La lección para las empresas y marcas online
El correcto manejo de los datos personales
Esta es la enseñanza más importante ya que de haber tenido una mejor infraestructura y recursos informáticos, probablemente Ashley Madison no tendría esta crisis. Cuando un cliente se registra en un servicio o página web, está confiando sus datos personales a la marca, y esta le debe corresponder brindando la seguridad adecuada.
Publicidad exitosa pero engañosa
Este caso ha dejado ver también la excelente estrategia de marketing de Ashley Madison, pues llegar a tal cantidad de suscriptores no es gratuito. Sin embargo, una publicidad polémica pero al igual engañosa, pues además de provocadora prometía algo que al final no pudo cumplir: la discreción.
Los datos revelados indican que el 95% de los usuarios de este sitio web son hombres, por lo que sí sabemos hacer cuentas podemos fijarnos que los varones que accedieron a la web, con la intención de buscar una amante del sexo opuesto, tenían en realidad muy pocas posibilidades de conseguir una.
Dar la cara ante los problemas
Hay algo que Ashley Madison ha hecho bien y es que ha dado la cara y ha ofrecido una recompensa, para quien brinde información que colabore con la captura de los responsables del ataque a sus servidores. Este tipo de acciones deja por lo menos ver el interés de la empresa en solucionar y reaccionar frente a una crisis.
¿Qué deben aprender los usuarios?
1.Primero es importante fijarse en la reputación del servicio y la confiabilidad que ofrece. Por ejemplo, en este caso la motivación de los hackers fue que la empresa engañaba a sus usuarios, ya que cuando éstos se daban de baja del servicio no borraba sus datos. En teoría, cuanto más seria sea la empresa, menos probabilidades hay de que surjan problemas, aunque nunca se podrá estar 100% seguro.
2. Cuando nos registremos en un servicio, debemos ponernos en lo peor y pensar que podría pasar ante una fuga la información. Los datos publicados ¿Afectan a nuestra reputación online? ¿Pueden suponernos una pérdida de dinero? ¿Qué tipo de problema podría ocasionar su difusión?
3. Finalmente, si decidimos registrarnos en servicios que no consideremos seguros, o bien que la difusión de esos datos pueda generar problemas, valoraremos los datos que ofrecemos:
- ¿Nombre real? Posiblemente un pseudónimo sea mejor.
- ¿Dirección de email habitual? Usar una dirección de email alternativa es una buena opción.
- ¿Localización? Puede que no sea necesario facilitar la dirección postal.
- ¿Información personal? Evitemos facilitar datos sobre quienes somos, a qué nos dedicamos, dónde trabajamos, quiénes son nuestros amigos, etc.
- ¿Imágenes? Compartir ciertas imágenes pueden comprometernos mucho.
Igualmente tenga en cuenta que en caso de tener que facilitar datos bancarios, para utilizar un servicio que puedan no ser confiables, siempre que sea posible, hagamos uso de tarjetas virtuales anónimas u otros métodos de pago que nos permitan proteger nuestra privacidad, como por ejemplo Paypal.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net