Un estudio de Ofertia y GFK Emer, indica que aunque todavía la gente va presencialmente a las tiendas para hacer compras, lo cierto es que la búsqueda de información local sobre productos, servicios y ofertas, se hace a través de la internet; es decir que la decisión es casi 100% digital .
En el lenguaje de marketing on line, esto es lo que se llama Research Online Purchase Offline, o lo que es lo mismo, el uso de internet para luego realizar compras de forma offline.
La investigación de Ofertia y GFK se hizo a través de la web y de aplicaciones móviles a más de 9.500 encuestados, hombres (53%) y mujeres (47%), con edades comprendidas entre los 25 y 45 años.
La encuesta se llevó a cabo tras la visualización de un folleto de ofertas. A aquéllos que declararon tener la intención de visitar la tienda, se les volvió a hacer el sondeo siete días después vía email.
Precisamente el uso de los folletos y catálogos digitales, sirvió para determinar cómo preparan la compra los consumidores: Un 33,1% de los encuestados aseguró ojear un catálogo para encontrar una idea, un 28,7% llevó a cabo esta acción porque quería conocer las ofertas disponible para hacer una compra. Por su parte, el 27,5% asegura haberlo hecho para ver las ofertas de un distribuidor en particular
Según el 75% de los encuestados que consultaron un folleto o catálogo, aseguraron que tenían la intención de visitar esa tienda en los siguientes siete días. Una vez presente en la tienda física, el 71% de los usuarios que dijeron que tenían intención de visitarla lo hicieron en el plazo fijado.
Los supermercados fueron los que más conversión presentaron (82%) por un sector con una frecuencia de compra constante. Otros sectores como el de Electrónica, Bricolaje, Decoración o Deportes presentan porcentajes menores, pero siempre por encima del 65%.
Sobre las compras realizadas durante la visita, un 85% de usuarios compra algún producto, y además, en un 65% de los casos acaban comprando lo que consultaron en el folleto.
Más cifras
ComScore, también develó algunos datos importantes, en una investigación realizada entre un millón de consumidores norteamericanos, tanto durante sus búsquedas online como en sus hábitos de compra offline.
Los resultados de Comscores señalan que el 42% de los que buscaron online y compraron online pero el 34% de los que buscaron online hicieron una compra offline.
El 21% que buscó la marca, el producto o servicio online, acudió a la tienda, comprobó el producto, pero terminó comprando online..
Mientras tanto el 12% buscó primero en la tienda y luego compró online, es decir una estrategia a la inversa. Otro 7% compró en la tienda y luego buscó el producto en la web, para ampliar su uso o información.
La consultora internacional Forrester Research también aporta datos muy interesantes a este respecto: un 42% de los consumidores norteamericanos asegura que necesita ver primero lo que compra. Pero para el 51%, la mayoría, la principal razón es que no pueden esperar para tenerlo, lo que indica una acción impulsiva por la compra.
Los datos de Forrester indican, además, que la ‘influencia digital en el comercio tradicional generó en el 2012 en el mercado de los EE.UU ventas por US$1,23 billones y para el 2015 se estima que alcanzará los US$1,55 billones, es decir un 44% del total de las ventas.
Pero lo más diciente es que un 45% de los clientes que miran los medios online y compran offline, afirman que cuando se trasladan a la tienda compra más artículos de los que han visto en la web.
Recomendaciones
La conclusión de todo esto es que cualquier empresa debe tener una presencia digital, aún cuando considere que su negocio no es de e-commerce.
Por eso es importante que el sitio web esté diseñado muy visualmente, con fotos detalladas y vídeos demostrativos de los productos o servicios. Igualmente se debe tener una muy buena logística para aligerar el proceso de compra.
Se debe reforzar la presencia online de la empresa, y sobre todo tener en cuenta la gran influencia del social media en el proceso de compra.
Cuidar la consistencia de los diferentes canales que se ponen a disposición de los clientes. También es fundamental combinar los diferentes canales de comunicación, en función del comportamiento y preferencias de cada cliente y para cada tipo de producto.
Y finalmente, y lo más importante, no perder de vista los canales tradicionales, ni mucho menos a los clientes offline.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net