Desde el inicio de la publicidad en línea, siempre han existido el llamado tráfico sospechoso o tráfico fraudulento ,y aún ahora con los adelantos tecnológicos se sigue presentando dicha situación.
Aunque la industria ha hecho grandes progresos en los últimos años, para combatir este tráfico web, mediante el uso de herramientas de verificación de anuncios y otros auditores de servicio de publicidad , los hallazgos sugieren que una porción significativa de visualización de impresiones de anuncios sigue siendo fraudulenta.
Las investigaciones realizadas por la compañía de detección Resolver Medios, encontró que más de seis de cada 10 impresiones servidas en línea en los EE.UU. en el cuarto trimestre de 2013, fueron hechas por usuarios sospechosos, no humanos. Esta cifra fue superior en un 44 % al 1er trimestre 2013 y más de dos veces superior a los anuncios móviles servidos con un 25% .
«Cada vez que la industria da un gran paso para ayudar a combatir el fraude, algo nuevo aparece», señaló Erin Pennington, vicepresidente ejecutivo de medios de comunicación por la agencia de publicidad digital Moxie a eMarketer.
Indicó que para muchas agencias y marcas, el fraude no es sólo acerca del desperdicio de la inversión publicitaria: “Su presencia también se traduce en un desperdicio de recursos, ya que estas empresas deben dedicar una plantilla o un grupo para la vigilancia de tales actividades sospechosas”.
Añadió que esto se convierte en una cuestión más amplia, pues se trata de asegurarse de que se tienen suficientes recursos para proteger a los clientes y a la inversión publicitaria. «Y es frustrante cuando estos recursos se acaban, persiguiendo algo que está constantemente redefiniéndose», dijo Pennington
Cifras contradictorias
Pero algunos hallazgos adicionales de la compañía Ad Integral, mostraron un panorama mucho más optimista sobre la situación del fraude de anuncios online.
La porción de anuncios basados ??en el intercambio, que se encuentra en posición de actividad sospechosa, cayó del 20% a principios de 2013 al 13 % para finales del mismos año. La actividad específica de la red se redujo del 20 % al 15 %. Y la actividad editorial directa se mantuvo igual en una cifra del 2%.
Esa fuerte divergencia en los porcentajes informados por las dos fuentes de datos, hace que sea un poco difícil para los anunciantes y editores cuantificar, cuánto de su tráfico se puede atribuir a actividades sospechosas. Las diferencias en los tipos de editores controlados y las metodologías para hacerlo, son sólo dos factores que podrían ser responsables de esta amplia brecha .
Pero a pesar de sus diferencias, la industria debería buscar analizar muy bien estos números, como una guía para el rango de general de las actividades sospechosas. Ambos harían bien en considerar el despliegue de una cierta forma de solución de detección de fraude, para proteger tanto a sus carteras, como la integridad de la marca.
¿Qué es el fraude en la publicidad online?
Los ladrones de tráfico utilizan diferentes métodos para infiltrarse a sistemas legítimos y generar visitas falsas, clicks falsos usando programas conocidos como robots, y cuando hay dinero de por medio, hay más incentivos por engañar al comprador.
El tráfico de robots, también conocidos como «bots» se hace por medio de programación, por lo que no es algo que traiga visitas reales, conversiones o compras.
Los bots suelen ser suficientemente inteligentes como para simular que son humanos, por lo que son difíciles de detectar. Estas visitas se mezclan con las visitas auténticas, lo que diluye el valor del inventario real del publisher. Los anunciantes acaban pagando parte de su dinero a los ladrones que simularon las visitas.
Medidas
Siempre que sea posible es mejor invertir en base a costo por adquisición (CPA) en vez de costo por impresión o clics. Si se va invertir en base a estos últimos, se debe seleccionar cuidadosamente las webs donde se publica.
Asimismo, se debe monitorear cómo y dónde se genera el tráfico que llega hacia las plataformas de la marca, para identificar y bloquear IPs o webs sospechosas, que generan una cantidad desproporcionada del tráfico.
También es clave establecer benchmarks para los diferentes indicadores de efectividad de campaña y hacerles seguimiento continuo para tomar acción inmediata ante desviaciones sospechosas.
Por Periodista Digital, Ricardo Rodríguez
Equipo Mipagina.net